El estrés oxidativo es considerado como el padecimiento de nuestro tiempo, la vida tan acelerada que llevamos, las preocupaciones, agotamiento mental y físico, nos llevan a que las defensas que nuestro organismo produce contra la oxidación, sufran desequilibrios, es decir la vida nos oxida.
Que pasa en la oxidación?
Las células no utilizan todo el oxigeno que les llega, un 2% de ese oxigeno se convierte en formas químicas nocivas que se denominan radicales libres, los cuales son definidos químicamente, como fragmentos moleculares con un electrón suelto en su órbita exterior que provoca una oxidación muy alta, son inestables y reaccionan instantáneamente con otras sustancias que se encuentren cerca.
La vida biológica media de los radicales libres es de tan solo fracciones de segundo, pero tienen la capacidad de reaccionar con todo lo que este a su alrededor provocando gran daño a la célula, alterando su estructura, cambiando sus funciones, envejeciéndola y aniquilándola.
Las reacciones químicas de los radicales libres se dan constantemente y son necesarias para la salud pero este proceso debe estar equilibrado con una adecuada dosis de antioxidantes.
El organismo humano en condiciones de salud responde con una adecuada producción de antioxidantes que lo protegen de la acción nociva de los radicales libres, tal es el caso de la vitamina E los Carotenos la vitamina C y el selenio además de sistemas enzimáticos como la superoxidodismutasa.
Cuando existe un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la acción antioxidante da como resultado lo que se denomina estrés oxidativo, la perdida de este equilibrio ocurre en aquellos organismos que están desnutridos, enfermos, con malos hábitos de alimentación, sobre entrenados, y que están expuestos a altos índices de contaminación.
Por ello es importante que sepas que es necesario llevar una alimentación adecuada con alto consumo de frutas y verduras crudas, pescado, pollo y reducir al máximo el consumo de carnes rojas.
El ejercicio físico genera radicales libres en mayor proporción que en personas que son sedentarias, esto es muy lógico ya que la actividad física vigorosa genera un mayor consumo de oxigeno, por eso es vital el uso de un adecuado suplemento de antioxidantes ya que la sola dieta no puede proporcionarlos en cantidades adecuadas.
Otro punto importante es evitar el fumar ya que el ser fumador es un factor de riesgo para el padecimiento de enfermedades cardiovasculares y cáncer, el humo del cigarro tiene un gran número de sustancias oxidantes los cuales pueden dar origen a un daño oxidativo, fenómeno que contribuye a la aparición de arteriosclerosis una enfermedad cardiovascular caracterizada por un endurecimiento de las arterias, provocando con esto una mala circulación y predisposición a un infarto.
Por ello lo mejor para evitar la oxidación es una buena alimentación y una buena dosis de antioxidantes provenientes de frutas y verduras.
